Fue iniciada en 1063-1064 por el arquitecto Buscheto, con la décima del botín de la empresa pisana contras las Islas Baleares. Se fundieron en ella elementos estilísticos diversos, clásicos, lombardo-emilianos, bizantinos y en particular islámicos para probar la presencia internacional de los mercaderes pisanos de aquellos tiempos.
La catedral fue consagrada en 1118 por el Papa Gelasio II, que pertenecía al grupo pisano de los Gaetani (o Caetani), condes de Terriccio y d'Oriseo, pero ya en la primera mitad del siglo XII fue ampliado bajo la dirección del arquitecto Rainaldo a quien correspondió el proyecto de la fachada actual, concluida por su grupo de maestros guiados por los escultores Guglielmo y Biduino.
El aspecto actual del complejo edificio es el resultado de repetidas campañas de restauración que se sucedieron en diversas épocas. Las primeras intervenciones radicales se realizaron tras el incendio de 1595: se elaboraron las puertas de bronce de la fachada, obra de escultores de la escuela de Giambologna; a partir del siglo XVIII se inició el progresivo revestimiento de las paredes internas con grandes pinturas en tela, los quadrones con Historias de beatos y santos pisanos, realizados por los principales artistas de la época gracias a la iniciativa de algunos ciudadanos que se financiaron creando una actividad comercial para el efecto.
La cubierta inicial de la catedral de Pisa era de madera y su armadura fue sustituida en el siglo XVI por el artesonado que luce actualmente. Los capiteles son corintios, la construcción es de principios del siglo XII, fue consagrada por vez primera en 1.118. Encima de éstas se extiende una tribuna y a un tercer nivel, unos ventanales, esbeltos y sencillos.
La puerta principal de bronce macizo fue fundida en el taller de Giambologna, pero antiguamente los visitantes entraban en la catedral a través de la Puerta de San Raniero, hoy colocada atrás, frente a la Torre inclinada. Fundida en torno al 1080 por Bonanno Pisano, y única que sobrevivió al incendio que semidestruyó la nave, esta puerta fue transferida de su lugar original en la fachada precisamente tras el incendio.
Sobre las puertas hay cuatro filas de galerías abiertas, con la Virgen y el Niño en la cima y, en los ángulos, los cuatro evangelistas, la tumba de Buscheto se encuentra a la izquierda de la puerta norte de la fachada.
La fachada de la catedral ha dado origen a la variante “pisana” del estilo románico.
El interior está revestido de mármoles blancos y negros, tiene un techo a artesonados dorados del siglo XVII, en madera y pintado, por los florentinos Domenico y Bartolomeo Atticiati. No se sabe si el techo original fuera similar o de simples armaduras. El techo actual dorado muestra el escudo de los Médici.
En el punto de encuentro entre los transeptos y el cuerpo central se alza la cúpula con frescos de la Virgen en la gloria y los santos de los pisanos Orazio y Girolamo Riminaldi (1627-1631).
Las impresionantes columnas graníticas en estilo corintio entre la nave y el ábside provienen de la mezquita de Palermo, botín de la batalla en la “Cala” de 1063.
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